jueves, 15 de enero de 2015

Tour en auto por Ecuador



Hace un tiempo mi esposa y yo queríamos hacer un viaje largo en el carro para llenar esas ínfulas de mochileros que todos tenemos. El destino del cual habíamos planeado era el vecino país del Ecuador, era el lugar perfecto debido a su relativa cercanía de nuestra ciudad de origen la cual es Cali en el departamento del Valle del Cauca en Colombia y también porque Ecuador está entre los países que se pueden visitar sin necesidad de visas o usar el pasaporte.
Esta es la historia de nuestro viaje con algunos consejos y recomendaciones en cuanto a documentación, moneda, costos y detalles.
La planificación fue larga y esta, involucraba cambiar el auto por uno más nuevo y resistente para este viaje ya que teníamos un Renault symbol del año 2001 que después del último viaje largo dentro del país resultó un poco averiado, el vehículo en el cual haríamos esta travesía sería un Mazda 6 modelo 2004, si, ya se que no es precisamente un carro para trotamundos pero por lo menos no nos iba a dejar tirados.
En principio el plan de viaje involucraba a 12 personas y dos vehículos los cuales eran toda la familia sumando el carro de mi papá, pero por cuestiones del destino no se pudo concretar la ida de todos, en cambio solo partimos cuatro personas, mi esposa Lorena, mi amigo Fabio con su novia Andrea y quien les escribe Camilo Andrade.
Decidimos que la fecha más cómoda de partida sería el primero de enero del año 2015; eso si, el 31 hubo que pasarlo en pijama y tratando de descansar para tomar carretera. Y así fue, a las 5 de la mañana en punto ya estábamos listos para partir desde Cali, no sin antes pasar por la gasolinera para llenar el tanque del vehículo con cilindraje de 2.000 cc, facturando 130 mil pesos colombianos.
El primer tramo del viaje es Cali – Pasto en el cual se tiene un estimado en tiempo de 8 horas dentro de los márgenes de velocidad de 60 a 80 kmph, que ese día por ser primero de enero solo nos gastamos 7 horas debido a la poca circulación de vehículos. Este tramo cuenta con 5 peajes los cuales son:
Peajes desde Cali hasta Ipiales
-Villarica con un costo de $6.900
-Tunía $6.900
-El Bordo $6.800
-El Cano $3.900
-Daza $4.200
 y si contamos el peaje de Pasto a Rumichaca el cual es El Placer con un costo de $8.000 nos da un gasto total de $36.700. La carretera Cali – Rumichaca en general es buena en términos generales, toda ella está pavimentada pero hay algunos tramos que son terribles para los automóviles ya que su asfalto está muy deteriorado e irregular y esto causa que el vehículos se sacudan mucho y se tenga que aminorar la marcha, este tramo en mal estado se encuentra sobre todo en los límites entre Cauca y Nariño, puedo decir que son unos 30 kilometros no consecutivos en donde la carretera está así. 

Una de las recomendaciones más importantes sobre todo al viajar de Popayán a Pasto es por ningún motivo viajar de noche, es muy peligroso primero por el factor de la vía que les comento está en mal estado y sin señalización apropiada para la noche, segundo por algunos casos que se han presentado de robos a mano armada por parte de delincuencia común en la zona que comprende desde El Patía hasta Chachagüí, estos delincuentes se camuflan en la noche para poner piedras y obstáculos en la vía para obligar parar a los vehículos y asaltarlos, y tercer motivo el conflicto armado, como saben en Colombia tenemos un conflicto entre la fuerza pública y grupos armados ilegales los cuales normalmente no se meten con la población civil directamente pero se corre el riesgo de sufrir daño colateral en los enfrentamientos que han ocurrido en esa mencionada zona. Además si añadimos el hecho que estos grupos han atentado de forma continua sobre la vía panamericana en las horas de la noche tenemos un motivo más para no pasar después de las siete por el Cauca.
Quiero aclarar que estas recomendaciones no me constan directamente, son comentarios que la misma policía y ejército de la zona hacen a la gente que transita por ese lugar, si bien el país ha mejorado muchísimo en la vigilancia de esa parte es mejor prevenir y viajar de día, además de noche no se puede apreciar el espectacular paisaje de las montañas.
No quiero que me mal interpreten y que tomen las advertencias como un desanimo para los viajeros, ya que viajar en sí mismo es un riesgo sea por donde sea, es solo que es mejor conocer un poco la situación antes de embarcarse a una aventura.
Mapa del recorrido por Ecuador desde Cali-Colombia
Continuando con nuestro viaje y luego de pasar la noche en Pasto salimos el dos de enero con toda la energía puesta rumbo a Ipiales, ciudad de Nariño que queda a una hora de camino, en Ipiales es recomendado hacer el cambio de divisa y no en Rumichaca, debido a que allá suben los costos. Al llegar a Ipiales nos dirigimos al centro de la ciudad en el cual se puede comprar a precios muy bajos en los diferentes almacenes, ropa para el frío, para la playa, cobijas, cables y cargadores para los aparatos del viaje, en fin es una ciudad con un comercio bastante amplio y como les dije a precios cómodos, Ah! Y me olvidaba un detalle importante en Pasto e Ipiales el costo de la gasolina es muchísimo más barato que en el resto del país el cual está en $5.800 el galón de corriente así que hay que aprovechar y llenar el tanque a tope y de paso llevar un bidón con un par de galones para las emergencias ya que cuando cruces la frontera al Ecuador no te van a vender combustible si vas en un vehículo con placas colombianas sino hasta que hayas entrado hasta el Ángel población que queda a más o menos a hora u hora y media desde el puente de Rumichaca; así que es mejor ir preparados, muchas personas se toman esta recomendación a la ligera y se ven algunos varados por gasolina.
Precio del combustible en Pasto Nariño
Retomando el tema del cambio del dinero hay que saber que en Ecuador se usa el dólar americano, así que si tienen algunos en casa es hora de desempolvarlos, llevar pesos colombianos no les va a servir de nada después de cruzar la frontera salvo en algunos establecimientos de Tulcán que si los reciben pero es mejor cambiar todo obviamente guardando el dinero en pesos para la gasolina y peajes del viaje de regreso. En Ipiales más exactamente en el parque de la Pola se pueden encontrar en la esquina en frente al centro comercial Estrella unas personas que se dedican al cambio de divisa que para algunos pueden parecer poco confiables para hacer transacciones de dinero ya que se encuentran en la calle, pero son personas que se dedican a eso del cambio y la mayoría de personas que cambia regularmente lo hacen con ellos, para los que sean muy desconfiados pueden hacer el cambio de su divisa en los locales que están en la misma zona pero pues claro un poco más caro, en nuestro caso lo hicimos con uno de los cambistas de la calle que nos cambió a $2.090.
Saliendo de Ipiales y a unos minutos se llega al puente Rumichaca el cual es la frontera entre Colombia y Ecuador y allí dependiendo de la fecha y la hora el proceso de papeleo puede ser un verdadero dolor de cabeza, como en nuestro caso que nos tardamos casi cuatro horas. Esta parte de los trámites es estrictamente necesaria para pasar la frontera ya que si bien se puede pasar caminando o en tu vehículo sin que alguien te pare, en Ecuador los policías son muy estrictos y hay demasiados controles policiales en todas las carreteras.
En cuanto a documentos para los colombianos podemos cruzar sin necesidad de visa, así que por ese aspecto no se preocupen, los ciudadanos mayores de edad pueden hacer los trámites solo con su cédula  de ciudadanía o con el pasaporte, con el este último lo único que te evitas es llenar la tarjeta andina,  no creo conveniente llevar el pasaporte ya que es muy costoso en caso de que se te pierda o se te dañe, es mejor con la cédula. Para viajar con menores de edad que vayan sin la compañía de sus padres hay que llevar una carta notariada autorizando al menor salir del país, si va con uno de los dos padres no hay problema.
El primer trámite que se debe hacer es pedir el permiso de salida de Colombia en el edificio de migración en el lado de Colombia, se pide un formato para llenar con los datos y junto a la cédula se hace la fila para que te den el permiso de salida, ya no es necesario llevar el pasado judicial. Luego de que te hayan sellado el documento se cruza el puente y se va hasta migración del lado ecuatoriano, allí se hace el trámite de ingreso llenando la tarjeta andina con los datos personales que se pide a la entrada del edificio.
Un dato muy importante es que al llenar la tarjeta andina te solicita que escribas la cantidad de días que vas a estar en Ecuador estos días siempre tienen que ser muchos más de los que realmente planeas quedarte, ya que si pones que te vas a quedar por ejemplo cinco días pero al quinto día no has salido del país hay una multa de 200 dólares diarios por persona, entonces es mejor ir sobrados de días a quedarse en caso de olvidarse o un imprevisto que los obligue a quedarse más días, entonces si planean quedarse cinco días pongan en la tarjeta diez días ya que el retirarse antes de los días estipulados en el documento no tiene ningún cambio, pero quedarse de más sí.
Una vez se haya hecho el trámite de la tarjeta andina y se tenga el permiso de entrar al Ecuador y si se ingresa en vehículo particular hay que sacar el permiso de circulación del vehículo, este trámite no es necesario hacerlo si solo vas a la zona de las playas de Esmeraldas, en cuyo caso puedes iniciar tu viaje pero ojo solo se puede transitar por esa carretera que va directamente a esa playa, si el plan es recorrer el país tienes que hacer la gestión de entrada del vehículo.
Esta parte de la gestión de ingreso de vehículos particulares con placas colombianas a Ecuador quiero que quede bien clara porque de ello depende si te dejan ingresar o no. Los documentos que exigen son:
- Copia de la cédula del propietario del vehículo
- Copia de la tarjeta de propiedad
- Copia del permiso de conducción del propietario del vehículo
- Copia de la tarjeta andina

Todos estos documentos tienen que ser fotocopiados por ambos lados y a color, no es necesario llevarlos fotocopiados, en el edificio de migración hay un par de puestos de copiado en donde hacen la gestión de sacar las copias como se debe por un dólar. Ojo hay que tener en la cuenta que si el propietario del vehículo no va en el o si el propietario va pero no tiene licencia de conducción, tiene que escribir una carta notariada autorizando a la persona que va a conducir. Este documento es de vital importancia  ya que si no se presenta no hay posibilidad de obtener el permiso;  créanme vi varias personas que se quedaron sin poder viajar porque en pleno dos de enero no había notarías abiertas en Ipiales como para poder autenticar la carta y tomando en cuenta que si ingresas al país fuera de la carretera a Esmeraldas te vas a encontrar un montón de retenes los cuales gustan de parar vehículos con placas extranjeras, así que no esperen al último momento para hacer este documento si el dueño del carro no viaja en el o si el dueño viaja pero no posee licencia de conducción.

En esta nota del periódico El Tiempo se aclara un poco mejor el tema de documentos, HAZ CLICK AQUÍ 
En nuestro caso la dueña del carro es mi esposa y ella tiene licencia de conducción así que ella se encargó de este trámite y le dieron un documento con permiso de circulación, no importando si ella manejaría o no, otro dato importantísimo para los que van en vehículo particular es que los cristales polarizados a más del 30% son totalmente prohibidos, si bien en Colombia es algo normal tener cristales polarizados allá esto no se ve, entonces asegúrense de hacer retirar la película polarizada de los cristales porque en un retén se pueden quedar sin carro. Mi carro tiene un polarizado muy leve pero igual en dos retenes me tocó dar explicaciones y andar con las ventanas abajo para poder transitar sin molestias, aunque esto no impedía que cada policía que veía el carro se quedara mirándolo fijamente y con desconfianza.

Otro documento muy importante que que necesitan comprar es el SOAT o el seguro obligatorio de accidentes de tránsito, este no se lo van a vender en la frontera, tienen que llegar a Tulcán y comprar uno por los días que el vehículo va circular dentro del ecuador. En este punto quiero comentarles algo curioso sobre el SOAT, resulta que por más que buscamos ese documento en las diferentes dependencias que lo pueden tramitar, no se encontró por ningún lado esto debido a que el Gobierno del Ecuador desde el primero de enero del 2015 está cambiando el sistema de seguros para vehículos, esta transición en la que ningún agente de transito o policía les puede pedir el documento durará aproximadamente seis meses desde enero de 2015, así que durante esos meses no se preocupen mucho por adquirirlo, sin embargo pregunten a los funcionarios de la frontera sobre el tema para evitar malos entendidos. En este enlace encontrarán más información del tema HAZ CLICK AQUÍ 
Precios de peajes en Ecuador
Ya listos los trámites burocráticos hay que encender motores y tomar la ruta, la primera parada para algunos puede ser la ciudad de Tulcán que es como la versión de Ipiales ecuatoriana en la cual para el turista no despierta mayor interés más que usar su aeropuerto para volar al interior del país o hacer unas compras en dólares, para nosotros no fue parte de los sitios a visitar así que pasamos de largo. La primera impresión pasando la frontera no causó mayor impacto en cuanto a la carretera y los paisajes que son idénticos a los de Nariño, pero lo que nos dejó consternados fue ver los orgásmicos precios del galón de gasolina y de los peajes; no sé cómo será en otros países pero en Colombia los costos del galón de gasolina y de los peajes son mórbidamente altos lo cual lleva a que cuando un colombiano por ejemplo ve el galón de gasolina a un costo de solo USD1,48 tenga ganas de llorar de impotencia por no tener un carro tanque para llevar combustible a casa o el hecho de pagar un peaje con una moneda de un dólar, hace querer dar vueltas unas cuatro veces en el mismo peaje para si quiera imitar el costo de un peaje en Colombia.
Precios del combustible en Ecuador
La primera parada de nuestro viaje es la ciudad de San Miguel de Ibarra o más conocida como Ibarra, ciudad situada a dos horas de Rumichaca por la vía Panamericana; desde este punto dejaré de hablar de los peajes en el territorio de Ecuador ya que como les mencioné el costo máximo que pueden encontrar es de un dolar, en algunos casos es menos, pero para evitar complicaciones calculen unos treinta peajes en su recorrido osea treinta dolares para este proposito de los cuales estoy seguro les va a sobrar dinero.

Ibarra tiene como principales atractivos turísticos la hermosa laguna de Yahuarcocha que pagando un peaje de cincuenta centavos se puede disfrutar de una vía que bordea toda la laguna para disfrutar de restaurantes modestos y una vista relajante del agua y su abundante vida silvestre y también está la estación de partida del ferrocarril que por unos veinte dólares los llevará a un recorrido de ida y vuelta hasta Salinas (no la Salinas junto a la playa), ya que nuestro itinerario era bastante extenso no pudimos hacer el recorrido pero los lugareños dicen que es una experiencia inolvidable.
En Ibarra nos hospedamos en hotel de menos de media estrella a la entrada de la ciudad, que por los diez dólares por persona no estaba tan mal; de allí en adelante diez dólares era el precio de referencia para buscar hotel en todas las ciudades que visitaríamos, así que ya pueden ir haciendo cálculos del costo de los hoteles por persona.
Al siguiente día y luego de tremendo desayuno en un lugarcito junto a la Laguna partimos para Atuntaqui, población recomendada para hacer compras; aquí encontramos un pueblito muy cómodo de visitar a pie para ir de almacén en almacén y disminuir drásticamente el presupuesto del viaje debido a sus irresistibles precios y claro como cuando no se está acostumbrado a comprar en dólares para un colombiano todo parece muy barato al ver un cartel que dice llévelo por $20 o $30 en un saco tejido a mano y con buena pinta, era tal la ilusión de ahorro en las compras que para cuando recapacitamos teníamos las manos llenas de bolsas de compra con cosas que la verdad no íbamos a necesitar mucho, pero hombre ¡sí que eran baratas!
Atuntaqui
Continuando con el camino teníamos que apresurarnos ya que nuestra siguiente parada sería la ciudad de Santo Domingo que está a una distancia en tiempo de unas cinco horas a buen paso, y con todo el tiempo que habíamos perdido en Atuntaqui había que pisar el acelerador a fondo sobre todo cuando recordé la recomendación de un amigo que ya había viajado a esa zona sobre no pasar de noche por Santo Domingo ya que la carretera se caracteriza por una densa neblina en un tramo muy peligroso de la vía, esta carretera hay que tomársela muy enserio y no transitarla de noche porque como les mencione la neblina espesa, sumado a la vía de una sola calzada, llena de curvas muy pronunciadas y abismos de quien sabe cuántos metros de profundidad hacen una mezcla que pone a prueba las habilidades de conducción y concentración del más temerario de los conductores. 

Un ingrediente extra en cuanto a lo vial corresponde y que se nota nomas entrar al país es que los conductores ecuatorianos en su mayoría son de pie pesado para el acelerador, y parece que su mayor placer en la carretera es rebasar al que tengan en frente así vaya al tope, este fenómeno puede ser explicado debido al excelente estado de las vías o a que la gasolina es barata y no hay remordimiento a la hora de hacer sonar el motor cual bólido, en ese punto los colombianos somos un poco más frenados ya que la paranoia de encontrarnos un hueco y lo ahorrativos en combustible nos hace ser mucho más precavidos.

Un detalle de mal gusto sobre la temeraria conducción de los vecinos del sur y que especialmente a mi esposa le afectó mucho es ver la gran cantidad de perros atropellados a un lado de las diferentes carreteras del país, y no es que esto no suceda en Colombia pero es que allá era como tan natural encontrar los perros destripados que parecía ser un deporte nacional; y esto lo digo sin el ánimo de ofender ni mucho menos es solo que hasta los noticieros y la publicidad en televisión recalcaban de que las principales causas de muerte son los accidentes de tránsito por exceso de velocidad.
Ya entrada la noche y luego de parecer una eternidad en la vía llegamos a Santo Domingo y lo primero que hicimos fue buscar comida y el tan anhelado baño, efectivamente a la entrada de la ciudad había un gran centro comercial con su infaltable logo de la franquicia de comida KFC. Luego de un rato en el centro comercial fuimos a buscar hotel cerca de la terminal de transporte terrestre; y no se si fue en agotamiento del viaje o las ganas de ahorrar mucho luego de tantas compras en Atuntaqui que fuimos a parar a un hotelucho de doce dólares la noche por pareja, hotel que me recordaba mucho al Hotel Bates, ese de la película de terror con la música aquella de violines y una mujer gritando en la ducha, este hotel de menos una estrella a pesar de su buqué a mujer de la vida alegre, gente sospechosa en los pasillos, y calor húmedo del ambiente propio de esa ciudad, tenía una cama cómoda, un ventilador y una ducha que para mí eran suficientes para pasar la noche y reponer fuerzas para seguir conduciendo.
Salía el sol del cuarto día de viaje y ya nos encontrábamos listos para rodar hacia la costa, en el camino ya se sentía el olor a sal y el calor típico del nivel del mar; señalamos en el GPS como destino el puerto de Manta y nos mostraba como tiempo de recorrido tres horas y media. En el camino pasando las poblaciones de Chone llegamos a un caserío donde vendían coco helado a un dólar que era como un oasis en el desierto caluroso, era un coco entero metido en refrigeradores al que le abrían un hoyo en la parte superior para introducir un pitillo y beber esa refrescante agua de coco que para ese tramo de la vía era lo más conveniente, y pues claro luego de acabarse el líquido del interior venía el posterior encarte con un coco del tamaño de una pelota de baloncesto que para colmo eran cuatro pelotas dentro del carro.
Al momento de llegar a la costa y ver a lo lejos la rectilínea del horizonte del agua del mar, mi amigo Fabio que era el Dj de la travesía puso a cantar al señor Bob Marley dando esa sensación de llegar a un paraíso de olas azules y arena blanca. En manta ya nuestras sonrisas de ver el mar y las ansias de meterse ya al agua estaban en stand-by mientras se preguntaba a los lugareños sobre una buena playa, a lo cual recomendaban la playa Murciélago.
Ese Murcielago se quedó sin ser conocido ya que el cobro alto de un parqueadero para entrar a una playa llena de gente frente al parqueadero gratuito de otra playa cercana igualmente llena de gente parecía mala idea para el par de parejas de colombianos ahorrativos. Alquilamos un toldo con un par de sillas de playa por cinco dólares y al agua patos, pasamos la tarde en esa playa que al final de cuentas no estaba tan mal, con baño gratis y restaurantes juntos. Al cabo de un rato y luego de un buen almuerzo decidimos cambiar de sitio seguir hacia el sur buscando playas más tranquilas.
Avanzando hacia Montañita vimos por casualidad una gran playa junto a un pueblito muy tranquilo y poco concurrido, este resultó ser San Lorenzo una población a menos de treinta minutos en auto de la ciudad de Manta en la cual se pueden relajar sin temor a nada en sus tres kilómetros de playa debido a que sus pobladores viven principalmente del turismo y estos son muy bien recibidos y cuidados. Antes de ingresar a San Lorenzo hablamos con la policía comunitaria que tiene un edificio muy cerca para preguntarles sobre si nos autorizaban a acampar en la zona, los cuales nos dieron el permiso siempre y cuando no se hiciera directamente en la playa o cerca a los nidos de tortuga marina ¡si! Nidos de tortuga marina en toda la playa, ya que San Lorenzo en una de las playas privilegiadas por ser el lugar de desove de las tortugas golfinas una especie que si bien no está en total peligro de extinción hay que cuidar mucho los lugares en donde dejan sus huevos.
Panoramica de San Lorenzo
Antes de armar nuestra carpa nos encontramos con unos vecinos argentinos que estaban allí hace unos días disfrutando de la tranquilidad y paisaje de esa zona, de inmediatos hicimos buenas migas con ellos quienes nos contaron estar viajando desde hace dos años en una casa rodante remolcada por una camioneta y de compañía de la pareja llevaban a su amistosa perra Morita. Luego de las formalidades y buscar un buen punto para la carpa retirado de los nidos y ya entrada la noche mi esposa y yo decidimos dar un paseo por la playa acompañados de una pequeña linterna, y para nuestra primera sorpresa de la noche vimos lo que parecía una gran roca oscura en toda la playa, la cual resultó ser un impresionante lobo marino que por el tamaño de sus huellas parecía ser un macho adulto; el corazón nos palpitaba muy fuerte ante la impresión de haber tenido ese animal tan cerca que afortunadamente para nosotros regresó al agua luego de notar nuestra presencia.
Estábamos estupefactos y muy emocionados del encuentro cercano y de vuelta hacia nuestra carpa para despertar a Fabio y Andrea para contarles el evento cuando de pronto vi en el suelo unas cositas negras que apenas se movían; y para segunda maravilla de la noche y de forma milagrosa encontramos el preciso momento en que un puñado de tortugas salían del hoyo en la arena en donde su madre los había dejado en forma de huevos hace un tiempo. Nuestra reacción fue de total maravilla al presenciar semejante espectáculo de vida, estas tortuguitas no median más de ocho centímetros y con determinación y de forma muy torpe su instinto las llevaba apresuradas hacia el mar,  ese momento lo pusimos mi esposa y yo como uno de los mejores de nuestra vida.
Lugareño de San Lorenzo
A la mañana del día siguiente y luego de casi no dormir por el calor y la emoción de lo vivido disfrutamos de las enormes olas de San Lorenzo y un buen almuerzo en un restaurante local, también hicimos nuevos amigos, una pareja ecuatoriana que estaban pasando unos días de vacaciones allá, ellos nos hablaron de nuevos destinos que podíamos visitar dentro de Ecuador. A la tarde de ese mismo día y luego de despedirnos de los amigos argentinos y los ecuatorianos tomamos ruta hacia Montañitas del cual nos habían hablado como lugar de rumba, sol y playa.

Una recomendación antes de llegar a Montañitas y si gustan de visitar fauna marina pueden hacerlo en el Acuario de Valdivia, que por dos dólares por persona pueden visitar algunas especies rescatadas como lobos marinos, tortugas carey, estrellas de mar entre otros, esta pequeña reserva está situada en Valdivia tomando un corto desvío de la carretera principal que va a Montañitas y junto a la playa, les dejo el enlace del Facebook del acuario, HAZ CLICK AQUÍ
Al llegar a montañitas luego de conducir por la ruta de sol, sentimos el cambio de ambiente de una playa tranquila y poco concurrida a una población repleta de turistas, bares, restaurantes, hoteles y mucho movimiento, tanto movimiento que encontrar donde aparcar para encontrar un hotel era una tarea incómoda por lo estrechas y concurridas callejuelas, por suerte un paisano de Cali vio la placa colombiana de nuestro carro y colombiano que se respete busca otros colombianos en otros países y de inmediato se hacen panas.
Montañitas
El paisano nos ayudó a llegar al hostal donde estaba hospedado el cual por 15 dólares por persona no estaba nada mal, estaba retirado de la parte concurrida de Montañitas y además ofrecía una cocina para preparar alimentos y ahorrarnos el gasto de un restaurante que la verdad son algo costosos en esa zona.
Continuando con el viaje hacia el sur nuestra próxima parada era la punta del ecuador más adentrada en el océano pacífico, se trataba de una base militar ubicada en la ciudad de Salinas la cual tiene libre acceso al público en donde se encuentran tres miradores: La chocolatera, la lobería y El Morro. Que como les mencioné se encuentran dentro de las instalaciones de una base militar ecuatoriana a la cual el presidente Rafael Correa le asignó facilidades turísticas, es decir que la base militar está abierta para que cualquier persona ingrese ya sea caminando, en bicicleta o en auto y recorra las vías que los lleven a estos tres puntos miradores y sin pagar un solo centavo.
Mirador La Chocolatera
La vista es incomparable y además si se llevan unos binoculares o una cámara con teleobjetivo se pueden ver lobos marinos en su estado natural en uno de los cayos cercanos a la Lobería. El mirador de la chocolatera se llama así ya que las olas que golpean contra la roca causan estrepitosos remolinos de espuma y en uno de los sectores del mirador hay un hoyo en la roca el cual expulsa un chorro de agua y aire comprimido cada vez que una ola pega contra su base.
El próximo punto marcado en el GPS de nuestro viaje sería la ciudad de Guayaquil una de las ciudades conocida como la perla del pacifico, por su gran actividad portuaria. Esto es algo un poco extraño que Guayaquil tenga gran actividad portuaria y no esté junto a una costa marítima si no que su principal afluente que es el rio Guayas sea como una autopista para los grandes barcos cargueros y pesqueros.
Dos de los principales atractivos turísticos de Guayaquil son su gran malecón con centro comercial, parqueaderos, salas de cine, diferentes patios de comida, hermosos jardines con abundante flora y fauna, y una nutrida colección de monumentos y obras de arte por todo su recorrido y junto al malecón El Cerro de Santa Ana; un barrio que anteriormente era una zona peligrosa y muy descuidada el cual fue recuperado y convertido en una colina turística con almacenes, bares, artesanías y en la punta del cerro un mirador que cuenta algunas historias de piratas.

Parque Centenario Guayaquil
Haciendo un paréntesis y una recomendación más que una advertencia sobre el cerro Santa Ana es que el mismo día que lo visitamos y un par de horas después habían asaltado a mano armada a unos turistas que venían de Quito, esto lo supimos viendo las noticias de la noche, mi reacción fue de sorpresa ya que cuando estábamos allá teniamos la sensación de estar muy seguros por los vigilantes que se ven durante el trayecto al faro, e investigando un poco más en internet he visto que ese sitio turístico ha tenido ya varios asaltos a turistas, que si bien no son muy comunes hay que mejor andar con un ojo abierto. Esto no debe desmotivar de conocer el cerro ya que un asalto se puede vivir en cualquier ciudad del mundo en cualquier punto y no por eso vamos a dejar de viajar.  Vea aqui la noticia del atraco.
En Guayaquil pasamos la noche en un hotel junto al Parque Centenario el cual a un costo de 25 dólares por pareja y con aire acondicionado estaba convenientemente cerca a los sitios que teníamos planeados visitar, lo incómodo del hotel fueron dos cosas la primera es que el sector en donde se encuentra no es muy recomendable andar de noche, debido a que es el centro de la ciudad y pues ya saben como es el centro de una ciudad de noche, lo segundo es que el hotel tenía un exceso de bichos a los que trataban de eliminar y las habitaciones estaban inundadas con insecticida, pero ya que el agotamiento era mucho eso lo pasamos por alto y a dormir.

Cerro Santa Ana
Nuestro nuevo destino al salir de Guayaquil sería la ruta hacía la Panamericana que nos llevaría hasta Baños, aquí quiero comentarles que nos perdimos tratando de encontrar la carretera ya que muchos caminos se interceptan saliendo de la ciudad, si desean ir a baños o directamente a Quito al salir de Guayaquil y pasando por los dos largos puentes busquen llegar a Durán, de alli la siguiente población debería ser Milagro luego Naranjito, de alli en adelante solo basta con seguir la carretera hasta la Panamericana que los llevará a Riobamba una población a mas o menos unas tres horas y media desde Guayaquil.

Ya que de la ciudad salimos más bien tarde y con tanto turismo a pie el cansancio nos llegó y como saben conducir cansado es el equivalente a ir borracho al volante y por lo tanto muy peligroso e irresponsable, entonces paramos en un muy buen y económico hotel junto a la carretera en Riobamba el cual tenía un costo de doce dolares por persona y unas instalaciones muy bonitas y cómodas. Después de la noche reparadora salimos muy temprano para Baños, tomando la ruta hacia Ambato, una vez se llega hay que tomar un desvío a la Derecha sin ingresar a Ambato, la vía está llena curvas y ya que es una carretera de una sola calzada hay que andar a baja velocidad.

Baños es una población turística a una hora desde Ambato, se pueden encontrar muchos sitios de spa que ofrecen relajación a los viajantes, también en el camino pueden comprar frutas a los locales a precios muy razonables y visitar el mercado campesino en el que se encuentran prendas muy artesanales. Otra recomendación muy especial es visitar los zoológicos que están a unos diez minutos después de pasar la población de Baños, estos zoológicos tienen un costo de dos dolares por persona en los cuales se encuentran animales como serpientes, aves tropicales, avestruces, cocodrilos, tortugas y leones, sí, leones los cuales son la atracción principal y se encuentran muy bien cuidados. Continuando el camino preparen las cámaras para el espectáculo del paisaje con una variedad de cascadas de agua montañera que caen sobre el río Pastaza, si tienen ganas de un poco de adrenalina y tienen unos dólares que quieran gastar el canopy, rafting, escalada, el péndulo o las aterradoras tarabitas que son unas jaulitas metálicas que atraviesan el cañón del río suspendidas en un cable, serán sin duda sus atracciones.

Cascada El Pailón del Diablo
Otro aspecto importante de Baños es que se tiene una vista espectacular del imponente volcán Tunguruahua, que está constantemente en actividad y puede observarse con algo de suerte y cielo despejado la nube de ceniza o en ocasiones el magma al rojo vivo saliendo de su cráter. Otro monstruo natural un poco menos peligroso que pueden visitar en Baños es el pailón del diablo; Una estrepitosa caída de agua sobre una formación rocosa convexa parecido a una enorme olla o paila la cual tiene la leyenda de que si se miran hacia las rocas encima de la cascada a cierta hora del día se puede ver la cara de un diablo, esto por supuesto es atractivo turístico no se lo tomen de forma supersticiosa, pero de verdad que vale la pena pagar el dólar cincuenta que piden a la entrada por persona, será una conexión con la naturaleza que les llenará el alma. En este enlace pueden averiguar más sobre Baños, HAZ CLICK AQUÍ 

Si desean seguir el viaje conectados con la naturaleza se puede llegar al amazonas ecuatoriano a tan solo una hora y media por la carretera asfaltada, la parada sería Puyo un pueblo en plena selva del cual salen carreteras totalmente transitables por toda la zona para recorrer las diferentes poblaciones amazónicas.

Foto del ministerio del turismo, volcán Cotopaxi
Siguiendo nuestro viaje el siguiente destino es la capital ecuatoriana, Quito, pero antes nos vimos tentados a subir al volcán Cotopaxi, que por la módica suma por persona de veinte dólares, un guía en camioneta los puede recoger en donde se encuentren y llevarlos hasta el glaciar para disfrutar de la nieve, tengan en la cuenta que este paseo hasta la cima del Cotopaxi y regresando tiene una duración aproximada de siete horas, por lo cual hay que programarlo desde muy temprano y llevar ropa apropiada para frío extremo, otra recomendación es no ir en su propio vehículo ya que el camino solo hasta cierto punto es pavimentado, desde allí hay un camino de arena que puede dejarlos varados en medio de la nada y esto saldría mas costoso que pagarle a un guía para que los lleve en su propia camioneta y sin riesgo de perderse. En nuestro caso ni el tiempo ni la ropa apropiada estaban de nuestro lado como para semejante aventura, aunque el Cotopaxi no se ha librado de mi, lo tengo como ítem de mi lista de sitios a visitar.

Una vez en Quito, una ciudad con un clima algo frío pero con mucho por ofrecer, situada a dos horas en vehículo por la carretera Panamericana desde Ambato,  es una urbe enorme en la que perderse pude ser muy fácil para un turista, pero nuestro instinto viajero nos llevó a buscar la zona centro de la ciudad sobre todo porque sabíamos que en el centro de Quito está la zona colonial principal atractivo turístico. Para nuestra sorpresa el GPS se quedó sin carga y había que llegar a la antigua, preguntando, así que preguntando y preguntando resultamos perdidos en Tumbaco una población aledaña en la que pidiendo indicaciones nos llevó a la avenida Diez de Agosto en Quito y allí ya fue más fácil tratar de encontrar un sitio para quedarnos, el punto recomendado por un quiteño fue la zona de la plaza Foch; un barrio con mucha actividad nocturna para los propios y turistas por su variada oferta de bares, discotecas, restaurantes y hoteles.

En Foch y luego de buscar y buscar encontramos un hostal bonito pero a la vez económico, solo quince dolares por persona en muy buenas habitaciones con agua caliente, wifi, parqueadero y bien ubicado. Luego de dejar el carro en hostal y subir las maletas a las habitaciones saldríamos a las calles de Foch en busca de buena comida y algo de alcohol para la sangre, a lo cual un restaurante indú lleno nuestras expectativas de hambre y costos para luego caminar por sus coloridas calles en busca de un par de cervezas, cabe apuntar que Foch no es un lugar económico para hospedarse o para beber, entonces no se sorprendan al ver un par de cervezas a siete dolares o platos de comida que normalmente pueden costar cuatro o cinco dolares costando quince. Eso si, con un poco de paciencia y buscando bien como nosotros pueden cenar por tres o cuatro dolares y encontrar diez cervezas por veinte, todo es cuestión no entrar al primer sitio y ya que la oferta es tan grande hay de todo para todos.

A la mañana siguiente nos preparamos a eso de las once para salir a hacer turismo en la ciudad teniendo como objetivo el centro histórico, al cual llegamos gracias al GPS y a la cercanía con el parque Foch. en el centro histórico hay que tratar de buscar pronto un buen parqueadero los cuales son bastante económicos, solo 70 centavos la hora, ya que el centro es el centro y el caos vehicular por calles estrechas no es recomendable para la salud mental. 

Los sitios de la lista que teníamos para conocer en Quito eran: 
El cerro Panecillo, el museo de cera, el palacio de cristal, el centro comercial Quicentro, las siete iglesias del centro histórico, la Plaza América y El parque La Carolina. De los cuales solo visitamos el centro histórico por cuestiones de tiempo y presupuesto, pero allí les dejo la lista para que se animen.

Saliendo de la capital ecuatoriana nos dirigimos al obligado centro del mundo, pero no el que todos conocen si no el verdadero centro del mundo o latitud cero, el cual esta situado en la población de Cayambe, digo el verdadero centro del mundo ya que el momento pupular de la mitad del mundo fué hecho antes de la invesión del GPS y tiene unos cuantos kilómetros de lejanía con el verdadero punto cero de la tierra. La verdad el centro del mundo real no es la gran cosa tiene un gran reloj solar y una especie de tubo al cual si pagas una tarifa voluntaria al guía te explican para que sirve, pero más de eso no tiene mucho de especial, obviando el punto de estar en todo el centro de la tierra claro esta.

Del centro de la tierra emprendemos el camino a casa tomando la panamericana rumbo al norte pasando por la misma vía de Otavalo, Ibarra, El Ángel y finalmente Rumichaca, quiero recordarles el tema de llenar el tanque de gasolina antes de pasar por el Ángel ya que no les van a vender gasolina después de allí por tener placas de otro país. Antes de salir de Ecuador no olviden pasar de nuevo por migración para anunciar su salida del país, devolver el documento de permiso de circulación del vehiculo y por ultimo reportar su ingreso en el edificio de migración Colombia.


Para terminar permitanme ponerles algunos consejos y tips de viajero:
  • Primero no confíen sus pagos a las tarjetas de crédito para viajar a Ecuador ya que si bien las franquicias internacionales como Visa y Master se pueden usar allá la mayoría de restaurantes y hostales sobre todo en la costa y selva no tienen servicio de pago con tarjeta así que mejor saquen el efectivo del cajero.
  • No tomen el agua directamente de la llave, esto debido a que cada país tiene un tratamiento diferente de potabilización del agua, esto puede enfermarlos y dañarles el paseo. Pueden conseguir garrafones de agua tratada para el consumo directo por un dolar en los supermercados.
  • En Ecuador la salud es totalmente gratuita junto a los medicamentos, entonces no es necesario comprar las dichosas tarjetas de turista o el seguro de viajero, pueden enfermarse con tranquilidad.
  • Ecuador es un país muy estricto con las leyes de tránsito debido a sus altos indices de accidentes, entonces hay muchos puestos de control y radares con cámaras que pueden darles una generosa multa, lo mejor es evitar problemas con la ley e ir al limite de velocidad que indique la carretera, no importando que los propios ecuatorianos no la respeten mucho; créanme son muy afanados para conducir.
  • Separen el dinero de los viáticos (combustible, peajes, etc) esto evitará que lo gasten o lo pierdan y tengas serios problemas de quedarse varado en un país extranjero. 
  • Ningún vehículo esta exento de accidentarse o quedarse varado, entonces es bueno tener el número de un mecánico ecuatoriano o mejor un mecánico que tenga grúa que por suerte tengo la tarjeta de uno que me dijo que por la suma de docientos dolares pueden transportar su vehículo desde donde estén hasta donde lo necesiten dentro del territorio nacional. Su número de contacto es 0994 169 517 o 0997 408 716 que es el número del electricista automotriz, lleven estos números, nunca se sabe.
  • La regla de un buen viajero es no predisponerse por comentarios o rumores de otras personas, viajen con la mente limpia y dispuestos a disfrutar tanto como lo positivo como lo negativo del viaje, tomen como bandera la frase "Todo hace parte del paseo", si han escuchado que la comida es mala no hagan caso y prueben por ustedes mismos, si les dicen que los ecuatorianos no quieren mucho a los colombianos o peruanos, no presten atención y entablen amables amistades con todos. En nuestro caso todos los ecuatorianos con los que hablamos eran muy amables y ninguno dudó en darnos indicaciones o recomendaciones de sitios
  • Es mejor la seguridad que la policía, si bien por todo el país o las ciudades la fuerza publica hace presencia permanente eso no evitará que los amigos de lo ajeno los vean como presa fácil.
  • Recuerden que ya no están en su país, las leyes funcionan muy diferente a lo que están acostumbrados así que eviten problemas o pleitos con la ley o civiles, ellos tienen toda la ventaja de jugar en casa. A nuestro vehículo lo rayaron en un supermercado y teníamos la oportunidad de ir tras quien lo hizo, pero pensamos con cabeza fría mejor no meternos en dificultades por algo tan mínimo.
  • Vivir es un riesgo, entonces viajar es disfrutar del riesgo de la vida, no se compliquen con nada y prueben de todo, sálganse de los caminos y rompan con las rutinas.


Buen viaje :)